domingo, 16 de octubre de 2011

Drink

Con cada vaso de licor acabas con cientos de esas células, pero eso no importa mucho, porque tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego, mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa, no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y, por último, las de los recuerdos...Esas son difíciles de matar.

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